La Mansión - Capitulo 2º

Capitulo 2º - Familia Dubois

La casa era realmente grande y muy bonita, me quedé observando detalladamente, la hermosa escalera imperial de madera, el suelo de mármol, los cuadros que representaban distintas imágenes de un viñedo…, las hermosas esculturas, las cortinas de seda roja, los grandes ventanales, hermoso, simplemente hermoso y solo era la entrada, no podía ni imaginarme como seria la casa entera.

El mayordomo entro cargando las maletas, que para ser tan mayor el hombre tenía una fuerza tremenda, mi padre estaba igual de asombrado con la casa como yo.

Angélique comenzó a bajar las escaleras, iba lento, esos taconazos no le permitían mucho más, se acercó a mi padre que le esperaba con una sonrisa de oreja a oreja al final de la escaleras, se tiró en sus brazos, yo sonreí encantado por la escena hasta que se empezaron a comer la boca, hay ya es que tuve que apartar la mirada, se me revolvió todo el estomago.

- ¡Hola! – dijo Angélique dirigiéndose a mí. Esta era la primera vez que la veía, supongo que esperaría a mi hermana, pero a ella nunca le gustó conocer a las mujeres de mi padre, más bien, se mantenía al margen, tanto con mi padre como con mi madre, solo los veía en escasas situaciones, navidad, cumpleaños…

- Hola. – contesté. Se quedó mirándome durante un rato, intentando recordar mi nombre, se esforzaba por recordarlo, pero nada…

- ¿Cómo te llamas? – preguntó.

Yo sonreí y le dije mi nombre.

- Ah… No sabía que Joel tuviera un hijo. – dijo ella. Esa frase me dejo hecho polvo. Eso significaba que él no le hablaba de mí, solo de Franziska. Acaso mi padre no se siente orgulloso de mí como para hablarle a su próxima mujer de su hijo.

- Señora ¿donde quiere que se hospede el joven Gustav?

Genial, ni si quiera me habían preparado una habitación para mí.

- Que duerma en la caseta del perro. – dijo ella.

- No por Dios. – dije asustado.

- Oh cariño, era una broma. – dijo sonriendo. – Prepara la habitación.

- ¿Perdón Señora?

- Si Charles, ha escuchado bien, prepárale la habitación al chico.

- Señora esa habitación no se abre desde hace cuatro años.

- Pues es hora de que alguien duerma en ella. Vamos Charles, ¿a qué espera?

Charles cogió mis maletas y las llevó hacia esa habitación, me resulto extraño que sabiendo que tenían una habitación vacía no supieran donde ubicarme.

- ¿Quién estaba ahí antes? – pregunté.

- Un chico sin tapujos o tal vez impertinente – dijo una mujer mayor, que ya de por si me cayó fatal.

- Hola Rose. – dijo mi padre. – Disculpe a mi hijo, él no sabe nada.

- Ya me lo suponía. ¿Quien eres joven? – dijo ella.

- Soy Gustav.

- No sabía que tenías un hijo Joel.

Encima me lo restriegan.

- ¿Cuántos años tienes? – me preguntó la mujer, bueno Rose.

- Tengo veintiuno.

- Ángel mío, que Dios nos ampare. – dijo ella marchándose. Esa mujer no me gusta nada, aparte de haberme quedado extrañado por lo que había dicho cuando le dije mi edad, ella parecía una bruja con ese cabello gris recogido en un moño y ese vestido de

color lila oscuro, que la hacía parecer una monja. Esa mujer no me gustaba, me daba miedo, era tan… ¿rara?

NA: Este es cortito xD Comenten = 3