viernes, 9 de julio de 2010

La mansión - Capitulo 9º






Capitulo 9º - ¡Visita!


– Grrrrrr Gustav…  – dijo una voz seductora.
– ¡Tom! ¿¡Qué estas haciendo aquí!? – pregunté sorprendido.
– Grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr – volvió a decir.
– ¡GUSTAV! – dijo Bill saliendo del cuarto de baño de mi habitación. – ¡Te has cortado el pelo!
– ¿Qué pasa contigo Gustav? Y no me llamas, ni mensajes, ni e-mail. Me tenías preocupado. – dijo Georg saliendo del lado izquierdo de la habitación.
– Aquí no hay ni teléfonos, ni Internet y mi móvil, aparte de que no hay cobertura se rompió.
– ¿Cómo? – preguntó un Georg desconfiado.
– Se calló por la ventana.
Georg subió la ceja derecha a modo de no creérselo.
– Buscaba cobertura y se me calló de la mano. 
Jajajajajaajjajaaa
– Jajaja. Solo esas cosas te pasan a ti. – dijo Tom entre risitas.
– Es que tú también chico. – dijo Georg riéndose.
– Venga dejad de burlaros de mí. Encima que os intentaba llamar. – dije ofendido.
– Entonces… ¿qué haces para no aburrirte? – dijo Bill.
– Créeme cuando te digo que no he tenido tiempo para aburrirme. – dije rememorando estos pasados días.
– ¿Y que has hecho para no aburrirte? Jejeje – dijo Tom con una sonrisilla juguetona.
– Oh por Dios. ¿Qué pensáis que he estado haciendo aquí?
Jejejejejejejejeje
– ¡Chicos! No he visto a ninguna chica aquí sabéis.
– Que no dice… ¿Y las sirvientas esa? – dijo Georg.
– ¿Y la tía buenorra de ojos azules? – dijo Tom.
–  No sé el nombre de ninguna de las sirvientas. Y la tía buenorra de ojos azules, Angélique, es mi madrastra.
– O sea… ¿la prometida de tu padre? – dijo Tom sorprendido.
– Sí. – contesté.
– Pero que loco tu padre. Como liga el jodio. – dijo Tom.
– Ay Tom…
– ¿Qué pasa? No sabía que era ella. – dijo Tom intentando excusarse.
– ¿Que pensaste? Que era la mujer vieja. Hay Tom como eres… – dijo Bill.
– ¡Pero si tú también dijiste que la de ojos azules estaba buena! – gritó Tom.
– Hay no lo digas que me da vergüenza. – dijo Bill tapándose el rostro.
– ¡GUSTAV! – chilló Georg.
– ¿Qué? – dije sentándome en la cama.
– ¿Por qué hay ropa de chica en tu armario?
– ¡¿Qué?! – dijeron Bill y Tom al mismo tiempo que iban a mirar el armario.
– ¿Tienes ropa de mujer en tu armario? – dijo Tom cogiendo una camiseta.
– También maquillaje. ¡Mira! – dijo Bill abriendo una caja de cartón que estaba dentro del armario.
– Gustav… esa faceta tuya… no la conocía. – dijo Georg confuso.
– Todo tiene una explicación razonable. – dije.
­– Sí, no dirás que se lo guardabas a tu amigo., pero la verdad es que eres…
– ¡NO! – grité interrumpiendo a Tom.
– Y entonces… – dijo Georg.
– No es mío… no soy nada de eso que pensáis… es de una chica…
– ¡¿Se lo guardas a una chica?! – dijo Bill con los ojos muy abiertos.
– No… es de la hija de Angélique. Y antes de que me volvierais a interrumpir. Si, tenía hijos, Andrew y Adeline. Esta era su habitación.
– Y porqué tienes su ropa.
– Por que soy la segunda persona después de ella que duerme en esta habitación.
– ¿Y dónde está ella? – preguntó Bill.
– Nadie lo sabe, pero se creé que está… muerta. 
– Oh… – dijeron los tres al unísono.
– Vives en la habitación de una muerta… – dijo Tom. – Que mal royo.
– Un poco… no ha sido lo peor de estar aquí.
– ¿A no?
– Mmmm… bueno… hay algo que me preocupa más que eso.
– ¿Y qué es? – preguntó Georg.
– Emmm… veréis cuando llegué aquí…
– Hola chicos. – dijo mi padre entrando en la habitación.
– Hola… – respondimos desanimados.
–  ¿Dónde dormiremos? – dijo Bill.
– Jaja. Aquí. – dijo mi padre.
– ¿Aquí? – dijimos los cuatro a la vez.
– Sí… no hay más habitaciones libres.
– ¡¿Pero tú has visto este caserón?! – dije molesto.
– Tú ocupaste la última habitación libre. – dijo mi padre.
– Pero… tendremos que dormir todos en la misma cama.
 – Sí, la cama es grande cabréis los cuatro perfectamente.
– ¡Papa!
– ¡Señor Schäfer! – dijeron los tres a la vez.
– Lo siento chicos… – dijo mi padre marchándose.
– Valla mierda. – dijo Georg decepcionado.
– Lo sé. – dije.
– No pienso dormir en el centro. – dijo Bill.
– No hay centro… somos cuatro, si fuéramos cinco sí. – dijo Tom.
– Vale… de todas formas, no quiero estar en el centro. – volvió a decir Bill.
– Está bien… – dije.
– Nos decías algo que te preocupaba. ¿Qué es eso que tanto te preocupa? – dijo Bill.
– Es…
Tarde unos minutos tenía muchas cosas rondando por mi cabeza.
– ¡Dí! – dijo Georg.
– Aquí ocurren cosas no muy normales…
– ¿Qué cosas? – dijo Tom sentándose a mi lado.
– Hay unos perros… raros… no tienen pupilas…. Sus ojos brillan como luces… y son raros… tengo la teoría de que mataron a la niña y me persiguieron a mí  y ….
– Espera, espera, espera. ¿Niña muerta? ¿Perros? – dijo Georg sentándose al lado de Tom.
– Sí…
Iba a contarles lo de antes, lo de la habitación secreta de Rose, lo de la chica rubia corriendo por los viñedos… pero preferí dejarlo.
– Entonces… hay unos perros malditos sueltos por ahí. – dijo Tom extrañado.
– Sí… Posiblemente no lo creáis… pero es cierto… muy cierto…


 - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 

Comeneten



5 comentarios:

  1. TOM!! hahaha tenia que ser xD Que bueno que son los chicos haha ya le hacian falta a gustav :B
    Espero por el cap 10 *o*

    ResponderEliminar
  2. wow siiiiiiiiiiiiiiiii
    era tom el unico con la actitud de hacer es grrr acercate´´ jaja como me diverti en este capitulo en verdad es el mejor hasta ahora jajajaj que buen rollo se van a dormir en la misma cama U_O me encanto¡¡¡¡ jaja te felicito nuevamente; CONGRATULATIONS¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

    ResponderEliminar
  3. Jajajaja Grrrr me mata este capitulo es muy gracioso jaja

    ResponderEliminar
  4. Hahahahaa!! iaa pensaba ioo que era la chiica que estaba corriiendo x el viiniiedo xDD bueno pues esta padre el capii,, me iimagiino a los 4 durmiiendo en una sola cama,,ii loo todos acurrucadiitos xD

    ResponderEliminar

¡Escribe aquí que te pareció!

Recent Posts

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...